Que sepas tronco que es por ti que como techo.

Hoy te he echado de menos, te he querido como nunca y para siempre, pero no me ha servido de nada. 
De qué sirve sentirlo si no sabemos demostrarlo. Íbamos caminando juntos, a la velocidad de la luz, juntos sí, pero no llevábamos el mismo paso. 
De qué sirve necesitar a alguien en tu vida si solo te hace mal, y tú le haces peor. 
Dime que no olvidarás Octubre. Ni a mi. Que por mucho que la vida sea una hija de puta y no haya querido que seamos el uno para el otro, cada vez que me recuerdes sonreirás. 
No dejes de darme las buenas noches, y deja que olvide nuestro amor convirtiéndolo en algo más.
No sé que hablo del olvido, si no creo en él. 

Perdóname, por ser una cobarde, por no saber demostrarte del todo todo lo que te quiero. 

Perdóname, por hacer que ya no pienses en mi como "la única".

Y chico, perdóname por no saber hacerte feliz. 

No pienso odiarte, ya odiaré a las zorras, pero a ti no. Y si alguna vez lo hago, que sepas que será por el daño inhumano que haces que me cause. Por enamorarme. Por hacerme feliz cuando lo hacías. Por el 22 de Diciembre. Por haberte dado mi vida, haberla puesto en tus manos sabiendo que en cualquier momento podías destrozarla y aún así haber confiado en ti. No te odiaré por haberla destrozado, si no por hacer que aún estando destrozada, por mi cabeza no pare de pasar un 'Joder, es que aún así le quiero'.