lunes, 27 de octubre de 2014

Quedamos en dejarlo morir en primavera

No busques. Nadie va a tener los cojones de hacerte brillar por encima de tus posibilidades. Como yo hice. 

¿Recuerdas cuando juraba que nunca me enamoraría de ti? Porque te conocía, porque nunca sería como esas niñatas con aires de superioridad sintiéndose muy inseguras.
Mentía. 
Como cuando te decía que ni un solo roce más.

Qué bonito era cuando no era. Cuando las tardes las pasábamos tirados en el suelo negando lo innegable y, siempre, dejándonos llevar. Cuando me enviabas esos "dónde estás" y a los cinco minutos estabas en la puerta para arreglar problemas que no teníamos, para crearlos metiéndote en mi cama. Cuando mi chico, y tu chica, cuando todo a escondidas. Cuando "mierda, joder esto se nos está yendo de las manos" y cuando se nos fue por completo. 
Cuando tus otras eran mis primeras, esas que me decían que me alejara, que lo nuestro "era de todo menos sano". Qué sabrán ellas de nosotros cuando creían que buscarías la vida en su sujetador, sabiendo que la perdías al verme aparecer sonriendo con él en la mano declarándote la guerra. No se han dado cuenta todavía que follar es lo de menos cuando alguien es todo lo demás. 
Cuando "ni se te ocurra ponerme ninguna de tus canciones de cantautor moñas" porque nada te jodía más que escuchar a alguien expresar lo que sentías. Cuando las promesas se han quedado en simple aire que no hace más que ahogarme.

Cuando el adiós fue definitivo y no nos llamamos ya, de ninguna forma.
Cuando los lunes me acuerdo de ti y el resto de la semana me juro que estoy mejor así. 

"Quedamos en dejarlo morir en primavera, será un invierno largo..."

martes, 7 de octubre de 2014

Lo que hiciste de mí.

He sentido que me apuñalaban mis propias manos. 


Que el 'sin ti' contigo no es mas que una anécdota. 

Ojalá pudiésemos estar sin algo que llevamos dentro.

No salgas, quédate siempre, sigue queriendo que sea la única que no va a volver a ser tu única por voluntad propia. 

Déjame quererte lejos, quererte ver bien y seguir queriéndote mal.
Nunca, nunca más voy a quererte bien.
Nunca más seré la dulce ninfa.

Vete donde no pueda verte pero sí sentirte, porque yo sin ti sí soy, pero sin lo que hiciste de mí, no. 

martes, 26 de agosto de 2014

Con tres de más no te falto yo.

Sigo siendo fiel a mis principios y a la única persona que no lo merece.

Nunca he dejado de pensar que no se puede encontrar a quién quieres en bocas ajenas, que lo único que puedes conseguir es el olvido y la pérdida. 

Soy consciente de que siempre me he partido la cara por el único que ha sido capaz de hacerme daño mirándome a los ojos. De mentirme cuando ya sé la verdad, pero nunca de quererme. 

Llevo ocho atardeceres de más sintiéndote demasiado cerca estando demasiado lejos. 

Lo de los amaneceres buscando mis ojos te lo dejo a ti. 

Sólo quiero que sepas 
que tu nombre 
empieza en cada suspiro 
que acaba con sueños 

que nunca

podrán 

cumplirse

domingo, 15 de junio de 2014

Vuelve a m(atar)me

El caso es que he huido a la cocina,
he sacado un vaso cualquiera 
y lo he llenado de zumo
que es el que me da las fuerzas 
desde que tú
no estás. 


Ha sido al coger el vaso 
y ver todas mis pequeñas huellas 
cuando me he dado cuenta
de la facilidad que tienen todos esos capullos 
de conseguir mis rastros,
cuando yo, 
soy incapaz 
de perseguir 
conseguir 
las tuyos. 

Quién eres, 
por qué luchas, 
¿lo harías por mí?

Me he matado en cada roce de mejilla 
cuando venías a despedirte 
como si fuéramos simples conocidos
que nunca se llegaron a conocer.

Para qué vas a reconocerle al mundo 
que has querido tenerme en la cama 
más veces de las que lo has hecho. 
Por qué no reconoces que luché por ti 
justo cuando tú decidiste dejar de hacerlo. 
Reconoce que te has hartado de llamarme puta 
por saber que otro
estaba consiguiendo sacarme las sonrisas 
que tú habías decidido quitarme
desde la última vez 
que lo hiciste con mis bragas.

Lo cierto es que me conozco mejor desde tus ojos.

Quizá sea porque algún día me vi más bonita 
que en los de cualquier otro. 

Hace tiempo que no me miras. 

Sabes lo que daría 
por pasarme las horas
mirándote a los ojos
y que me sueltes eso de 
"Me tienes hasta los cojones, Noelia"
y yo te sonría
mientras dices que la vida 
es mejor cuando no aparezco
para irme con cualquier otro 
al que le importo menos 
que a ti. 

Y me lo dices así, 
cerveza en mano 
cuando solo soy capaz
de clavar mis pupilas 
en las tuyas
porque hace tiempo 
que no nos clavamos 
nada más.

Cómo te gusta
hacer que sienta 
que te he traicionado
cuando tú has sido
el más hijo de puta 
cada vez que quería 
darte el todo 
que no tengo.

Deja que me acerque, 
deja que te demuestre 
que es mejor tenerme cerca,
que a distancias largas
quiero más,
quemo más.

Sabes que los únicos puntos
que pondré serán de sutura. 

Que los puntos finales 
no me sirven 
si suponen
perdernos.



https://soundcloud.com/comodosleones/vuelve-a-m-atar-me


domingo, 1 de junio de 2014

Vuelvo a las andadas.

He visto como te desarmabas ante mis ojos 
y yo me dejaba liar. 

Mentiría si no dijera
que dejarme llevar ha sido siempre
mi peor vicio. 

Que siempre me ha gustado eso de jugar con fuego, 
mientras el cigarro se consume 
y nosotros caemos a la par que la ceniza. 

Conocías todas mis facetas, 
todos y cada uno de mis puntos fuertes 
y mucho más todas aquellas debilidades 
que te hicieron cantar victoria 
cuando dejabas que me escurriese entre tus dedos 
para después, pegarme el hostiazo.

Mea culpa.

Qué bien me sienta volverme gata callejera
y que no seas capaz de reconocerme.

No voy a arrepentirme de mi maldad,
de ser un poco puta 
cuando no quiero dejarme leer
(ni siquiera entre líneas).

Ha llegado el momento 
de poner las cartas sobre la mesa.

Va a ser verdad eso 
de que no hay mayores desconocidos 
que aquellos que una vez
se conocieron demasiado bien. 

lunes, 26 de mayo de 2014


Puedo ponerme ñoña 
después de estar dos horas escuchando poesía y decirte 
que estarías mucho más guapo aquí, 
en mi cama.

Que en el juego corazón - razón hace tiempo 
que el que late a mi izquierda salió perdiendo. 

Y lo sabes.

Mi madre me dijo hace poco 
que tengo la fea costumbre 
de ponerme demasiado guapa cuando estoy demasiado triste. 

Y eso es algo que también sabes.

Yo que te he decorado las sábanas de rímel una y otra vez 
por las lágrimas 
de después de. 

Así que tal vez tenga razón 
con eso de que cuando todo se vuelve gris 
tengo la irremediable necesidad 
de que cualquiera 
se acerque a decirme que estos ojos 
no están hechos para bañarse en tristeza. 

No sé en que momento 
decidí que las historias sin historia 
son mis preferidas

Soy de las que nunca aprenden de los errores 
y odian que les recuerden,
que una vez se equivocaron por seguir queriendo besar bocas que sólo les traían problemas,
que ellos no saben que me la sudan los problemas 
si esta cabeza fría puede seguir sintiendo fuego cada vez que la rozan. 

Vale, reconozco que en esto de sentir no hay quién me gane.

Reconozco que he buscado otros lugares
para olvidar un amor 
que nunca lo fue 
y que en algún punto,
lo conseguí. 

Que a cabezota tampoco me gana nadie

Soy consciente de que este adiós podría durar toda una vida, 
y qué bonito sería 
si no fuera porque cuando dije adiós 
lo dije sabiendo 
que a esta despedida invitaba yo. 

El olvido, 
lamentablemente, 
no está incluido.

sábado, 26 de abril de 2014

No hay bien que por mal no venga.

He encontrado en la comisura de tu boca 
el precipicio del que no quiero dejar de tirarme. 

He encontrado en tus brazos esa lancha salvavidas 
que tanto necesitaba.

He encontrado en tu pecho el hogar que tanto deseaba
y quizás sea porque el que late dentro está hecho de pedacitos 
de ti y, espero, que poco a poco también de mí. 

He querido decorarlo con flores y por ello he tenido que llorar en él, 
para regarlas y verlas florecer al darme cuenta que es el lugar 
que un día tanto deseé,
que he encontrado, 
y del que no pienso marcharme. 

Entiende que no quiera que recorran mi cuerpo otras caricias
y que he elegido tus ojos para perderme una y otra vez.

Y entiende que pierda el sentido por tu magia...

Quiero que sepas que no hay bien que por mal no venga
que los problemas pasan y tú te quedas, 
como yo, 
que vengo para quedarme 
y no irme nunca. 

lunes, 7 de abril de 2014

El arte o la desgracia de no saber.

No sé si tengo un puñal en el pecho o una pistola en la cabeza. 
No sé que manos sujetan el gatillo y cuales han usurpado mi pecho. 
No sé si tendrán la piedad de dejarme sobrevivir ni sus motivos para no hacerlo. 
No sé si volverá a salir mañana el sol después de ponerse tras esas cuatro torres que adornan el cielo de Madrid. 
No sé si la noche te traerá a mi lado o solo me acercará las ganas de huir un poco más.
No sé si siento frío o calor. 
No sé si el tiempo curará mis heridas o hará que sangren más. 
No sé donde están esas fuerzas de las que tanto me ha gustado siempre presumir ni si es que (por fin) se han acabado. 
No sé nada, la verdad. 
Así que si son tus manos las que poseen el puñal o el gatillo no tengas piedad. 
Déjame sentir un último suspiro de resignación, un último "que lástima me doy a mi misma" y no tengas piedad. 
Yo seguiré viva, siempre he sido de espíritu eterno y de no rendirme. 

miércoles, 26 de marzo de 2014

Llevo tiempo sabiendo que lo bonito de encontrar es haber perdido antes.

He buscado entre las calles la mínima oportunidad que pudiesen darme de perderme. 
Llevo tiempo sabiendo que lo bonito de encontrar es haber perdido antes. 
Que yo he perdido, el tiempo, a personas y sobretodo la calma. 
Vivo en un eterno estado mental de prisas y agobios al que siempre llego tarde y cada vez de peor forma. 
Ya no disfruto de los pequeños momentos y la vida es un poco más agria de lo normal. 
Me ha dado por pasear por tus calles, Malasaña. Por colarme en cualquier bar con poca luz y dejarme llevar con la canción que suene en el momento. 
He visto a hombres con la cara hasta los pies, dejándose el sueldo en cervezas que solo les llevaban a tropezarse en la esquina del mismo bar, o en la propia puerta. 
He visto como chavales se metían de todo en cualquier baño en busca de una salida. 
Y yo que siempre pensé que mi salida eras tú. 
Me has picado y hundido en puntos de mí que ni siquiera conocía. 
No voy a hablar de tus manos, ni tus besos, ni los polvos. Hoy no.
Te he superado, o eso repito cada vez que el ron se acaba y a mí se me va la cabeza por alguna que otra calada más.
Supongo que la vida es eso que pasa mientras yo duermo y tú simplemente vigilas el escote de cualquier mujercita que te prometa un par de besos. 
Voy a salir a buscar miradas en el metro, tengo tiempo de encontrar alguna que me salve durante un rato en las diecisiete paradas que tengo de mi casa a Bilbao. 
Prometeme que hoy no llamarás. 
No quiero despertarme mañana con dolores de cabeza por cualquier mensaje tuyo y no por la resaca. 
Es tarde para hablar de momentos bonitos, amor. 
Tú y yo no sabemos lo que es eso. 

jueves, 13 de marzo de 2014

Más comodosleones que nunca

Tengo algo así como dos leones por aquí dentro. 

Podría decir que uno bueno y otro malo, pero no sé. 

El caso es que los dos se matan y mueren por ti. Que me llevan loca por la vida buscándote en cada esquina, en cualquier lugar en el que puedas aparecer para abrazarme y que se calmen y se sientan tan seguros como llego a sentirme yo. 

Uno de ellos tiene la completa seguridad de que nunca vas a mirar a nadie como me miras a mí, que no vas a recorrer la tripa de nadie como lo haces con la mía. Que no vas a acariciar a nadie con tanto amor (y permíteme llamarlo así, amor).


El otro tiene miedo, de que cualquier día te hartes de mis manías, de mis feas ganas de enfadarme a menudo, de quererte siempre más. Tiene miedo de las lágrimas que me provoca un amor que quema, porque está mucho más vivo de lo que nadie llega a estar nunca. 

Así que entiende que haya veces que me sienta demasiado segura y otras que solo quiera que me demuestres todo de golpe, que me abraces y el tiempo se pare o el mundo no gire, que sé yo.
Pero quédate, aquí muy cerquita. Que pueda olerte, verte, oírte, tocarte, besarte.. 

Quédate, porque no sé que sería de mí si algún día decides marcharte.

lunes, 10 de marzo de 2014

zeroanueve

Me busca con la mirada entre el resto de la gente.
Y la encuentra. 
Y sonreímos como auténticos idiotas.

He dejado que conozca mis puntos fuertes 
y ha caído en la tentación de conocer los débiles
y yo no soy capaz de decirle que no a nada. 

Ha decidido pasarse las horas acariciando mis lunares
y yo solo quiero apoyarme en su pecho a ver pasar los días
y sé que en las noches cambiaremos de posiciones,
seguramente sea yo la que pase a acariciar sus lunares
y el se apoyará en mi pecho y besará los míos. 

He descubierto que solo necesitaba
que lamiera mis heridas
una a una. 
Que escocieran y dolieran lo suficiente
como para saber que me estaba curando.

Me ha besado en cada recoveco de mi cuerpo
y juro que no hay nada más bonito 
que el último beso que roza en mi boca
cuando va a sonreír. 

Tiene los mofletes perfectos
para pasarme la vida mordiéndolos.
Y lo hago. 

Me he visto reflejada en sus ojos
y me siento tan bonita a su lado 
que me he dado cuenta de que son ellos
los que me devuelven la magia 
que tanto necesito. 

Es él quien me hace vulnerable
y fuerte.
Así que he decidido quedarme
en sus brazos, 
a su lado. 

Para quererle y así poder quererme yo
por ser capaz de dar un poco de felicidad
a la persona que se encarga de la mía.

Que la eternidad tarde lo que quiera
he encontrado mi sitio en este mundo
y no pienso irme a ningún lado.

sábado, 1 de marzo de 2014

Vuelvo

Vuelvo,
con un corazón no nuevo, 
pero sí repleto de magia. 
Con ganas de enamorarme
y enamorarte
cada día, como si fuese el primero, 
como si fuese ese trece 
que trajo a mi vida la buena suerte 
y sobretodo, 
el amor. 

Vuelvo, 
para perderme en ti 
y saber que siempre 
vas a encontrarme. 

Vuelvo, 
para desearte cada día, 
con las ganas que se le tiene
a un amor platónico y que yo,
sólo quiero depositar en ti. 

Vuelvo para sentirte. 
Para que me beses 
y me hagas olvidar 
que el mundo gira alrededor.
Para dejar que metas divertido 
la mano entre mi falda y yo, te diga 
que las manos van al pan 
pero te deje hacer. 
Porque, repito,
te deseo a cada instante. 

Vuelvo para quererte, 
por ser la mirada que llena mis vacíos, 
que es capaz de descomponerme
recomponerme 
con sólo un par de pestañeos. 
Por ser las manos 
que me hacen vibrar 
y perderme 
y que son capaces de sostenerme 
cuando sólo soy capaz de caer. 

Te quiero, 
por devolverme las ganas de ser feliz,
 a tu lado.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Piel de huracán, podemos apostarlo al billar.

Veo atardecer entre estas calles,
que antes,
me llevaban a ti.

He salido a la calle,
porque mi cama
(no sé por qué coño)
ahora me huele a ti.

Leiva dice en Eme
que la culpa
pesa un kilo más
para el que parte.

La culpabilidad es mucho más jodida
que todas vuestras penas.

(Podría intentar escribir bonito,
pero tengo tanta rabia por dentro.. )

Decirme que hay de lógico
en querer a alguien y no luchar
por ese jodido alguien,
que supuestamente,
es tan importante para ti.

Ser pasional es una putada.
Pensar en los demás antes que en ti,
también.
Que no lo valoren una puta mierda
ya ni os cuento.
Pero que empiecen a tontear en tu puta cara
con otras,
eso no tiene precio.

Así que me voy con mi música
y mis ganas de volver a ser feliz (algún día)
a otra parte.
Y ten claro, que eso va a ser muy lejos
de ti.


Puntos de sutura.

Tengo los ojos tristes y como platos,
no por haber llorado, sino por evitarlo.

Lo evito por orgullo, por no decepcionar(me) más.

Tengo los ojos llenos,
de la vida que me falta.

Siento ser la traba que se cruza en tu camino
para entristecerlo y no para hacerte feliz como mereces.

Siempre he huido de los trenes
que solo pasan una vez en la vida.
Me dan miedo los andenes,
y sé, que ningún tren me lleva a ninguna parte.

Odio ver el tiempo pasar como si nada,
verle reírse en mi cara por no ser capaz de avanzar,
por no ser capaz de controlarle
sin que él decida por mí.

El día que me dejé marchar
fue aquel en el que dejé de creer en el amor
y sobre todo, en la magia.

Ya sé eso que dicen de que "La vida es demasiado bonita para estar triste"
Pero yo soy la chica triste,
de los ojos tristes,
que huye de la felicidad,
por no saber tratarla,
ni quererla.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Queríamos ser extraordinarios.

Me dan igual tus idas y venidas. 
Tus te quieros a medias, cuando te has bebido dos cervezas de más o cuando la resaca no te deja si quiera abrir los ojos y aún así solo piensas en tenerme a tu lado. 
Date cuenta que un día estuve ahí, donde tantas otras perdieron la cabeza y todo lo que ello conlleva. 
Permíteme que no quiera doler en momentos y estados en los que tú eras el hilo del que pendía mi vida. 
No quiero más susurros, ni distancias absurdas por lo que pudo y no fue. 
No quiero más balas atravesando mi pecho, y menos aún saliendo de tus manos. 
No quiero tu mirada atravesando mis huesos, calando más hondo de lo que jamás permití. 
No te quiero, como en su día lo hice, ni quiero volverte a querer.
Y a veces, desearía no haberte conocido, no haberte cambiado. 
Desearía no ser la típica chica especial que tienen todos los imbeciles como tú. 
No te das cuenta, que esa chica desapareció, se ahogó cierto día entre promesas por y para una historia sin pies ni cabeza, donde jamás hubo un nosotros ni las ganas de. 
Siempre, serás esos ojos azules que se clavaban tan dentro que eran capaces de descomponerme. Siempre serás tú, y yo siempre seré yo. 
Pero deja que cambie ese yo, lo mejore y lo disfrute. Deja que otros lo recompongan y sepan hacerle feliz. 

martes, 11 de febrero de 2014

Pánico

Voy a comenzar por el final, por el 'lo siento'.

Siento volver a ser la chica triste que prefiere estar sola que en tus brazos. 

Siento no tener ganas de sentirme poesía en tu boca. 

Siento el tener millones de motivos para quererte y buscarme la más mínima falta, para poder encerrarme entre estas pequeñas curvas que he dejado de desear que recorras. 

Siento haber dejado de creer por momentos en la magia que supone esa caricia en el último momento, que me hace recuperar las ganas de todo, las ganas de ti. 

Siento saber, que en apenas dos meses me has hecho sentir tanto, que me has acojonado y ganado en un terreno que conocía y solía dominar. 

Dime cómo y cuándo llegaste a conocerme y desconocerme con tantas ganas y ansias.

Dime por qué decidiste que alguien que no es capaz de ser feliz por si misma podría darte la felicidad que tanto deseabas. 

Dime dónde fue el último lugar en el que tu sonrisa quiso ser mi luz. 

Dímelo tú, porque yo sigo buscando ese motivo por el que poder tener razones para estar triste, para dejar de tener estas ganas de volver a sentirme poesía en tu boca, de que recorras y te estampes en estas curvas. 

Y vuelvo decirte que lo siento, por ser la cabeza loca de siempre, que nunca tendrá las cosas claras, pero que cada día te quiere más y más.

lunes, 27 de enero de 2014

Frío.

Cada día os levantáis con esa falsa modestia, con esas ganas de "ser felices". Lo queréis todo y os comportáis como niños pequeños que lloriquean si no les dan lo que desean. 

Siento ser así de directa, pero me he dado tantas hostias mientras los demás me observabais caer sin hacer nada para evitarlo que ahora me toca a mí. Me toca observaros sin que os deis cuenta, sabiendo que me he alejado lo suficiente de vosotros como para no saber lo suficiente,  y veros caer y no hacer nada, porque repito, no sabré lo suficiente. 

Que bonitas habrían sido todas aquellas cosas que solíamos prometernos cuando éramos esos jodidos insensatos que pensábamos que nunca acabaría esa época en la que hacíamos de una gota un mundo y en la cual nuestra unión era lo único importante.

Decidme ahora dónde está todo aquello. 

Decidme cuando decidimos que hacer daño a alguien era mejor que aceptar la realidad y apoyar a los demás en lo que fuera necesario. 

Que alguien me explique cómo se llega a esta puta frialdad en la que prefiero no miraros a los ojos. 

He perdido la confianza y las ganas de recuperarla.

Me cansé de ser la débil que se hundía cada vez que algo salía mal y tenía que aguantar falsos ánimos. Me cansé de intentar ser fuerte para que fueseis incapaces de hundirme más. 

Ahora todo es mucho más fácil, porque por suerte o por desgracia, no sabéis nada de mí.