Sigo siendo fiel a mis principios y a la única persona que no lo merece.
Nunca he dejado de pensar que no se puede encontrar a quién quieres en bocas ajenas, que lo único que puedes conseguir es el olvido y la pérdida.
Soy consciente de que siempre me he partido la cara por el único que ha sido capaz de hacerme daño mirándome a los ojos. De mentirme cuando ya sé la verdad, pero nunca de quererme.
Llevo ocho atardeceres de más sintiéndote demasiado cerca estando demasiado lejos.
Lo de los amaneceres buscando mis ojos te lo dejo a ti.
Sólo quiero que sepas
que tu nombre
empieza en cada suspiro
que acaba con sueños
que nunca
podrán
cumplirse
Te deseo que soples muy fuerte a esa persona y se cumpla. Se quede en todas tus locuras futuras.
ResponderEliminarMe gusto mucho el texto.