A día de hoy, hay demasiadas cosas que todavía no sabes (aunque
las haya dejado claras).
No sabes, bueno, no te has debido dar cuenta que el tiempo
pasa, y para bien o para mal siempre hace su efecto.
La distancia es muy puta cuando alguien te importa de
verdad, y eso es algo que tú, no entiendes, porque todavía no te he visto mirar
más allá de tu querido ombligo.
He defendido a la persona que conocí en situaciones surrealistas,
aunque, claro está, me equivocaba. No me había percatado del hecho de que las
personas cambian, y por desgracia, no siempre a mejor.
Sé todo aquello que dirías para defenderte, que yo no he
sido para nada ninguna santa, y es cierto, no lo soy. He pedido perdón cuando
me he equivocado y he hecho daño, cosa que los demás no sabéis hacer.
Lo que no voy a hacer, es pedir perdón por sentir, por
querer tener a alguien que me valore lo suficiente cuando me tiene y no cuando
me pierde. A mí lo de echar de menos me la suda, porque yo no echo de menos si
no quiero, yo reacciono y hago que eso cambie.
Todo lo que dije o sentí por ti fue cierto, aunque te duela
verlo. Eras todo y más, y repito, eras.
Te he querido y te guardo un gran cariño, que sé, que
siempre quedará ahí. Pero sé que sería prácticamente imposible enamorarme de
nuevo de ti.
No me gusta la gente que hace daño a personas a las que
quiero, y tú, eres alguien a quien quería que hace daño a personas a las que
quiero, y claro, mala combinación.
Algún día te darás cuenta de las cosas verdaderamente
importantes, a parte de las que sé que sabes y valoras y por las cuales siempre
te he admirado. Pero hay más. Siempre hay más. Hay cosas que piensas que son
problema tuyo pero que incumben demasiado a los que están a tu alrededor,
sobretodo a aquellos que te quieren. Pero eso es algo que algún día
comprenderás y espero que no sea muy
tarde.
No sé si me leerás, pero si lo haces, cuídate por favor. Siempre me ha gustado verte
sonreír y no sé, no me gustaría enterarme de que dejas de hacerlo.